A petición de su psiquiatra, el narrador cuenta los acontecimientos que, en el transcurso de cinco días, han devastado su vida. Todo comienza cuando este vendedor de teléfonos móviles recibe la noticia de la muerte de su padre, con quien mantenía una relación muy distante. Con el fin de organizar el sepelio, el joven se instala en la casa paterna. Entonces descubre algo aterrador que le sumergirá, al hilo de un insidioso encadenamiento de pasos en falso, en una situación de pesadilla. En La ascendencia nos reencontramos con el tono narrativo de la primera novela de Alexandre Postel, Un hombre al margen: implacable e irónico, que da a la narración la forma de una tragedia. El sentimiento de culpa, muy presente en el texto, genera una atmósfera turbia e inquietante: hasta la última línea, el lector dudará entre la empatía, la rabia y el horror.