Aristides Subicz, guionista de cine, vividor, dandi y memorioso centroeuropeo con aspiraciones de escritor, recibe de un afamado agente literario el encargo de contar su largamente planeada novela. Diecinueve años ha estado Subicz acumulando material para esa obra que ha de convertirse en la obra maestra del siglo xx, la novela de un legítimo aspirante al Premio Nobel. La cita con el agente se convierte en un proceso de «evacuación» desaforada de todo el material acumulado. Todo le sirve a Subicz para desplegar ante su posible editor la historia de su novela y, por tanto, la de su vida. Rezzori consigue con ésta, su obra cumbre, la creación de un Decamerón moderno en perversa cópula con la Divina Comedia de vanidades que ha sido la literatura del siglo xx y su concepto del genio literario.