Ayudar en el proceso de desarrollo personal y académico de los niños y adolescentes, que son, a la vez, hijos de sus padres y alumnos de sus profesores, ambos polos educativos son necesarios para estimular, asesorar y acompañar, ya que comparten un interés común: el logro de los mejores resultados escolares, y más importante aún, el desarrollo armónico personal y humano de los menores hacia la madurez. «Educar es un acto de generosidad... y la acción tutorial ante todo es compensatoria de desigualdades y dificultades académicas, personales y sociales».