Trescientas veinticinco gasolineras. Nueve plantas rodantes. Ciento doce servilletas. Noventa Moteles Cutres, que Empiezan Siempre Por Mayúscula y terminan, siempre, con cerveza. Cien, o ciento veinte bares de carretera. Algunos de ellos rojos. Pero en ninguno dormía la Magdalena. Puede que lo hiciera Proust. Dos duelos a pistola. Una botella de bourbon. Barato. Dos pescados de colores. Que no encontraron pecera.Setenta flamencos rosas. Ningún carnet en ninguna cartera.Diez collares en Mardi Grass. Sólo. Dos fiestas en la piscina, ninguna de primavera. Mi primer cuatro de Julio. Una Colt en la guantera. Y un dólar. De plata. Por tus caprichos. Como única bandera.