Benita y Malva han sido abandonadas por sus padres. Una auxiliar de policía se encargará de llevarlas con un supuesto tío suyo, Eustache Chaillot, que regenta un restaurante en París. Al llegar allí, lo encuentran cerrado porque Chaillot ha sido acusado de asesinar a un crítico que habló mal de sus famosas croquetas. En el local, las niñas conocen a Guillou (pinche del restaurante) y a Gioconda, su rata, que sospechan que su jefe no es culpable. Con su ayuda, las dos hermanas tratarán de esclarecer el crimen.