Este es el relato de una etapa esencial de la vida de la escritora Carmen Conde, la primera mujer que ingresó en la Real Academia Española de la Lengua. De los seis a los doce años, Carmen descubrirá la amistad y desarrollará su intensa atracción por la lectura en Melilla, una ciudad cargada de estímulos que abandonará con 12 años, pero cuyo poso llevará consigo durante toda su vida.