Analizar desde una sociedad como la nuestra, en la que las innovaciones tecnológicas se suceden a diario, en una vorágine de cambios acelerados globalizados, la evolución de la tecnología agraria antigua nos obliga a modificar nuestras categorías mentales para intentar comprender una realidad que responde a un paradigma bien distinto, en la que las innovaciones tecnológicas, máxime las acometidas en un ámbito tan sensible como el agrario, no siguen un proceso de evolución lineal. La extrema riqueza y variabilidad regional de la tecnología y procesos de elaboración del vino y el aceite en el mundo romano, un mundo falsamente homogenizado, como se aprecia en esta obra, permite reflexionar a la autora sobre la complejidad de los mecanismos que impulsan el cambio, la pervivencia o la singularidad tecnológica en las sociedades preindustriales. En el libro se analizan los procesos y maquinarias asociadas a viticultura y oleicultura en época Romana y Tardoantigua, a partir de un estudio arqueológico sistemático de las regiones que formaron parte del Imperio romano. El vino y el aceite de oliva son, además, un pr