Problematizar el Catastro es el resultado de un recorrido, la llamada a una interpelación, una consulta, una propuesta y muchas preguntas, un trayecto que ha modificado nuestra forma de mirar una de las fuentes más utilizadas y reconocidas por la historiograf¡a moderna: el Catastro del Marqués de la Ensenada. A pesar de la frecuencia con la que recurrimos a esta fuente, las dificultades para trabajar con este tipo de materiales estad¡stico-fiscales son diversas. Bajo cierta concepción neutra de las reformas en materia fiscal, la idea de fiabilidad histórica que hay detrás de sus cifras y la simplificación del carácter interesado del Estado en la construcción del documento, el Catastro, como fuente y hecho social, está sometido a profundos anacronismos, riesgos y distorsiones.