El beato Ignacio Maloyan, arzobispo de Mardin (Turquía), martirizado en 1915, es uno de los seis obispos armenios católicos que fueron víctimas del genocidio armenio en las primeras décadas del siglo XX. Este libro descubre aquella hermosa y desconocida página de martirio y de entrega a Dios de centenares de miles de cristianos. Tras la pantalla de la Primera Guerra Mundial, el Imperio otomano se entregó a un nacionalismo radical intentando sobrevivir a su decadencia y procedió al exterminio de la comunidad armenia. Los católicos armenios, minoría dentro de la minoría armenia, fueron también asesinados de las formas más terribles, pero sin renunciar a la fe y acompañados en todo momento por sus pastores. Obispos y sacerdotes velaron por su salvación, hasta que ellos mismos fueron sacrificados en el horno del odio. El martirio del beato Ignacio Maloyan recuerda el testimonio de los apóstoles.