Los bandos de Castilla o El caballero del cisne, publicada por primera vez en Valencia en 1830, ya declaraba en el prólogo Ramón López Soler su gran admiración por Walter Scott y Lord Byron, a través de cuyas lecturas consigue tramar la que es la primera gran novela histórica en lengua española, novela con la que inicia una tendencia y un género que se prolongará con éxito hasta el día de hoy. Así, Soler recrea, combinándolo siempre a la perfección con la peripecia argumental, el complejo laberinto de hechos históricos de mediados del siglo XV, un mundo en el que se entrecruzan aventuras, venganzas y enfrentamientos. Durante el reinado de Juan II, Ramiro de Linares, hijo único del conde de Pimentel y vasallo del rey de Aragón, se enfrenta en un torneo a don Pelayo de Luna, hijo de Alvaro de Luna, condestable de Castilla, por los amores de Blanca de Castromerín.