Si algo han probado Daniele Huillet (1936-2006) y Jean-Marie Straub (1933-2022) desde sus primeras obras es que es posible hacer un cine exigente consigo mismo y respetuoso con un espectador al que se trata de igual a igual haciéndole ver aquello que sin esa mirada nunca hubiera podido ver. El resultado: un cine que se instala en el territorio de la artesanía, del cuidado exquisito y desde la modestia. Por eso conviene tomarse en serio las palabras de Jean Marie Straub cuando reivindicaba las cualidades de su cine:"Pensamos que nuestro cine es un cine sencillo. Es indudable que para apreciar mejor nuestras películas hace falta tener determinados intereses: el cine, sobre todo, el arte, la literatura. Pero sobre todo hace falta tener ideas sobre el mundo".