Aguas esquivas, crónica de una anorexia, es la historia de un viaje hacia la libertad interna del personaje principal, la niña Ambro, Ambrosia Machado. En capítulos que se alternan entre el presente y el pasado, narra la evolución de una enfermedad extraña contraída en la niñez, y las secuelas que ha dejado en la persona adulta. Esta novela/ensayo nos muestra con reveladores detalles las consecuencias de la reacción ante lo desconocido de un medioambiente culturalmente empobrecido, y la lucha de la niña por sobrevivir, aislada de todo lo que había sido su mundo cotidiano hasta entonces. La salida del pueblo (en el ficticio Valle de Bensagra) a los doce años para recibir tratamiento médico se siente como lo que es, un dejar atrás la vida a la que le está vedado volver. Ambrosia vivirá fuera del pueblo y alejada de la familia hasta que entiende que nunca podrá volver con su personalidad real, porque los otros nunca aceptaron responsabilidad. Pero intuye que podrá hacerlo a través del teatro.Siguiendo las enseñanzas del Teatro de los Oprimidos de Boal, que propone la creación consciente de acciones concretas, y las de Peter Brooks para crearse un personaje creíble, Thaïs/Ambrosia se une a un grupo de acción social, y viaja de su casa en el extranjero a su Andalucía natal en busca de paz para la niña triste que todavía lleva dentro, y devolverla a su tierra. Hay una historia paralela y complementaria: la de los primos segundos Hortensio y Berta, amigos de la infancia de Ambrosia, que también dejaron el pueblo porque no estaban de acuerdo con la práctica de robar agua del subsuelo para regar el huerto familiar. La reunión de Berta, Hortensio y Ambrosia hace de Aguas esquivas una lectura esencial para entender mejor la anorexia, y muy satisfactoria como comentario social.