Maravillas culinarias, leyendas fascinantes, guisados deliciosos y lugares donde las horas no pasan, sino que se quedan para siempre en el recuerdo. Este libro es una declaración de amor, casi de devoción y militancia, a un momento del día: la hora del almuerzo. Entre cacahuetes y olivas, bocadillos hasta los topes de todo lo que podamos imaginar, platos de casquería, verduras a la plancha y un buen cremaet, los parroquianos recuperan energías y se reconcilian con la vida. Aquí encontraréis todo eso y mucho más: comboi, recetas, un recorrido documentado por lo diferentes elementos que conforman el almuerzo, y bares, muchos bares.