Los poemas de Brautigan observan personajes y escenas corrientes que adquieren un cariz absurdo o parecen ser la antesala de un desastre que no termina de acontecer. La brevedad del verso deviene el modo de expresión ideal para una mirada extrañada sobre el mundo, mientras el estilo directo y una aparente ingenuidad se convierten en las señas de identidad de una poética fuera de norma que tiene un personal oído para la tradición.