Se ha repetido muchas veces que un periodista del The New York Times al ver actuar a Lola Flores escribió: «No canta, no baila, no se la pierdan». La frase es genial, sin duda, pero lo más genial es que ningún periodista escribió eso en ninguna parte: el eslogan lo inventó la propia Lola Flores. En los años setenta del siglo pasado un joven escritor que decía sí a todo lo que le encargaban, aceptó hacer un libro sobre Lola Flores: estaba entre el poema y la biografía, un ensayo de corte intelectual que aspiraba a hacer sociología del fenómeno Lola Flores, a quien veía como arquetipo de la Petenera...Francisco Umbral indagó en la figura de Lola Flores, en su conversión en mito nacional, en este libro que reeditamos ahora completándolo con otros textos posteriores en los que el gran escritor, para enfado de la gran Lola, reconocía a esta como la «encarnación de la España de la pandereta y el lerele». No es una biografía, no es un poema, no se lo pierdan. o sagrado y lo profano, lo libre y lo normativo, o lo económico y lo político. o la desradicalización y la desvinculación. En consecuen