«Cuanto más decían que los escritos no eran míos, más pruebas daba de que no había ningún hombre que me superase en valentía moral», escribió Eva Canel. La obra que presentamos es un testigo fiel de una de las excusas más habituales para intentar acabar con la literatura escrita por mujeres: «Seguro que no lo ha escrito ella». En la época en que fue publicada Oremus, no estaba bien visto que las mujeres abordaran ciertos temas. A pesar de ello, Eva Canel entra de lleno en los diferentes conflictos que se daban en las sociedades decimonónicas, por muy escabrosos que pudieran resultar. Con valentía y audacia, la autora explora en esta novela -enmarcada en las guerras carlistas- conflictos como el adulterio, las relaciones incestuosas, la hipocresía de la sociedad y la religión La escritora da respuestas contundentes ante los hechos presentados. Cecilia es una joven sumisa que se ha criado en un convento, de donde proceden sus fuertes convicciones religiosas. Al salir, ya adulta, se encuentra con una situación imposible de asumir desde sus creencias morales. Pronto se da cuenta de que la realidad no es un marco inamovible que pueda controlar únicamente con sus oraciones. ¿Será su fe más fuerte que su herencia y sus anhelos ¿Podrá manejar las llamas de las pasiones que la abrasan Cuestiones filosóficas como esta serán las que pongan a la protagonista en serios apuros y la colocarán en una posición delicada e inasumible para su beata educación. Con audacia y un lenguaje satírico, la escritora irá tejiendo un cuadro vivo de relaciones humanas y conflictos éticos que irán perfilando el desenlace.