El colonialismo no se acabó con la descolonización. La jerarquía racial es la muestra más clara de la pervivencia de las estructuras de dominio y explotación de la colonia: la existencia de cuerpos y vidas desechables, la normalización del sufrimiento, el agotamiento físico y la muerte de aquell*s racializad*s como no blanc*s. Las feministas descoloniales estudian cómo el complejo racismo / sexismo / etnicismo impregna todas las relaciones de dominación. Pero no se limitan al espacio-tiempo del mando europeo: la historia del mundo es la historia de las luchas que han revolucionado el orden del mundo colonial. Las experiencias internacionalistas de las fuerzas anticoloniales y los intercambios Sur-Sur han sido cruciales para difundir los sueños de liberación. Estas relecturas son esenciales para estimular la imaginación de los feminismos descoloniales. El objetivo de las feministas descoloniales no es mejorar el sistema existente sino pelear contra todas las formas de opresión: justicia para las mujeres significa justicia para todas y todos. Y esto será imposible si los feminismos no denuncian la explo