Tristán emprende un viaje de vuelta al pueblo para enterrar a su padre y gestionar la herencia. Llega acompañado de sus compañeras y amantes, Bruna y Argenis. Tan jóvenes y la pena plantea lo que supone vivir enfrentando la incertidumbre. Para ello, presenta a tres veinteañeros criados en la naturaleza de la precariedad y los traslada a una atmósfera folclórica y mitológica. Frente a la violencia de su alrededor, la urgencia de la subversión. El teatro, el romance, el techno. La lluvia, la nieve, el viento. Hombre, mujer, destrucción. Tres identidades de una juventud que se construye tras el fin del patriarca.