La casa de La Piedra es un relato en verso donde esta casa es el elemento poético central. Lo es por ser un referente en la cañada amarillenta en la que sobresale como una catedral, por ser la que acoge a E., la protagonista de esta ficción poética y a su familia, y porque todos ellos son parte de mí como lo es el árbol a su fruto. La dureza de la tierra, lo femenino aguijoneado de violencias o la pobreza se dicen en este libro desde un enfoque no idealizado sino lírico y crítico a la vez. Porque lo lírico también es político.