Les dijeron que eran la generación más preparada, que sus padres les entregaban el mejor de los mundos posibles, la libertad, las oportunidades, el pasado olvidado. Les dijeron que su vida sería lo que se propusieran, que eran los dueños de su destino. Por el camino descubrieron que el signo de los tiempos era la velocidad, que nada era firme. A veces, ante el desconcierto, es el cuerpo quien se expresa. 10