Los Dioses comenzaron la tarea de crear al ser humano y cada uno fue poniendo algo de sí. Pero en el proceso se mezclaron los rasgos brutos con los divinos, lo sublime con lo rastrero, lo mezquino con lo angelical Desde los comienzos de nuestro mundo no hemos parado de tratar de desentrañar la, a veces, pesadilla o el fabuloso sueño de la existencia.