Durante años, el kiosco ha sido el pequeño hogar de Olga. Una vida monótona y rodeada de dulces la han convertido en una mujer tan inmensa que ya no es capaz de atravesar la salida. Para distraerse, pasa los días atendiendo a sus clientes, leyendo revistas de viajes y soñando despierta con contemplar el atardecer en una playa lejana. Un suceso inesperado cambiará su vida y será el comienzo de una aventura que le permitirá hacer realidad sus sueños. Anete Melece utiliza una técnica mixta en la que destaca la expresividad de sus personajes y la composición de las escenas, llenas de frescura y con hermosos detalles dibujados. Un álbum para todas las edades, que nos alienta a ponernos manos a la obra para cumplir nuestros anhelos y aprovechar al máximo lo que tenemos más cerca.