Los límites son una necesidad vital para los niños. Pero a veces no es nada fácil ponerlos, y el ritmo y estilo de vida que llevamos no nos ayudan demasiado. Si a esto le sumamos la falta de referentes en una nueva manera de educar, más coherente y respetuosa con nosotros mismos y con el entorno, el reto es grande. ¿Qué cualidades necesitamos como adultos, en casa y en la escuela, para poner bien los límites a los niños? ¿Cómo puede ayudarnos crear un vínculo sano con ellos? ¿Cómo podemos afrontar situaciones complejas como las comidas, la hora de ir a la cama, el momento de vestirse...? Éste es un libro práctico, basado en cientos de casos reales, en que la autora nos da muchas herramientas sobre lo que ella considera todo un arte: poner límites.