El siglo XXII será Queer o no será. No existe consenso a la hora de definir, pensar o incluso vivir el concepto "Queer". Puede que su aparente indefinición sea lo más coherente en un movimiento que propone, precisamente la indefinición. Si el feminismo surgió como reacción de autodefensa frente al patriarcado, el feminismo de la segunda oleada (años 60 y 70) ha sido matizado, cuestionado o directamente atacado por perspectivas feministas de generaciones posteriores. En este sentido el movimiento LGTB abonó el suelo que hizo posible la cosecha de la teoría Queer. Si es cierto que ahora vivimos en la era postfeminista y concebimos la crítica postmoderna como una operación constructiva, entonces lo Queer podría ser una manera eficaz de trascender conflictos. En este sentido, el Horror Queer (o Queer Horror) es la expresión artística que sirve para recordarnos la existencia de esos conflictos que todavía no hemos sabido resolver, conflictos que generan graves problemas de naturaleza social, filosófica, política, psicológica e incluso médica A diferencia del Terror, el Horror no vaticina, no se basa en la su