A través de la práctica del yoga (y en consecuencia, de la meditación), Lucía empieza a sentirse más relajada y feliz, a relativizar los problemas haciendo caso omiso a las críticas y a ser consciente de las cosas que le gustan y que realmente quiere hacer (que hará bien porque son sus verdaderas habilidades). En definitiva, le ayuda a comprenderse a sí misma. ¿Comprenderán su mamá y su papá lo que está ocurriendo? Un libro para tomar consciencia y aprender a conocernos y querernos a nosotros/as mismos/as.