Aproximando las islas Canarias al resto de España, surge Tomates, pan y chocolate y, aunque concebidas como historias independientes, cada uno de los relatos mantiene un nexo: plantear una situación que el personaje debe resolver, una situación que lleva a la toma de decisiones.De esta manera, ´Tomates´ transcurre en el año 1942, en una sociedad que acaba de superar un conflicto bélico, la guerra civil española, y en una isla del océano Atlántico. La protagonista, Juana, una niña huérfana de padre y muy unida a una madre que debe ir a trabajar todo el día, llena la soledad acompañándola de fantasía.´Pan´ nos introduce en una aldea de Galicia de los años sesenta, a la que aún no ha llegado la luz eléctrica y donde una niña, Marucha, vive con su tía desde que su mamá y su papá murieran en un grave accidente de coche. Esta entabla un gran lazo de amistad con un pequeño cerdito al que ofrece pan como símbolo de afecto.Finalmente, y situado en la actualidad, ´Chocolate´ nos lleva hasta un niño, Nuhazet, que adopta con responsabilidad un gatito, ofreciéndose, el uno al otro, tranquilidad y seguridad. La historia, de esta manera, destaca la empatía de ver diferentes visiones de una misma situación: la del gatito y la del niño.