El 17 de marzo de 1993, Cristóbal T., casado, empleado de comercio, se acostó en su cama sobre las doce de la noche, como de costumbre. Cuando despertó -a las siete de la mañana, como de costumbre- se encontró en la UCI del hospital Son Dureta, de Palma de Mallorca. Habían pasado 40 días. Lo primero que hizo Cristóbal T. tras abrir los ojos fue pedir papel y lápiz a las atónitas enfermeras. Durante las semanas siguientes, el sr. T. llenó tres cuadernos con una narración detallada de todo cuanto había soñado. Las páginas que siguen son una transcripción gráfi ca de su relato. Así empieza El prolongado sueño del Sr. T., una de las obras más intimistas y refl exivas de Max, galardonada con el Premio al Mejor Guion en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona 1998.