«Hay en la pintura, en el cuadro, por acabado, logrado que esté, un estar siempre haciéndose». Así se aproxima María Zambrano, desde el exilio, a la pintura. El autor del discreto volumen que tenéis en vuestras manos, amables lectoras y lectores, quisiera ofreceros una suerte de guía para comprender por qué lo figurado prefiere habitar donde todo se percibe enteramente visible y, a la vez, sin encontrar todavía su definitivo semblante. Ocurre como en aquella adivinanza que, en el ámbito de las letras, unos niños le brindaron a Homero para referirse a la poesía: «Ahora que he pasado soy lo que no era;cuando estoy pasando no soy lo que soy».