El relato casi épico del desenlace de unas oposiciones en Madrid en 1970 sirve como excusa para contar el proceso de cambio que experimentaba la enseñanza de la arquitectura, y al que la Escuela de Barcelona no era ajena. La mirada personal de uno de sus ayudantes describe el período durante el cual Rafael Moneo ejerció de catedrático en Barcelona tras aquellas oposiciones. Su llegada fue uno de los factores que contribuyó a este cambio y a su permanencia. Se presenta también el contexto de los años anteriores a 1970, en los que se pusieron en marcha el Plan 57 y el 64, nuevos planes de estudios que intentaban dar una salida técnica a la masificación de alumnos pero que olvidaban en gran parte el aprendizaje de la arquitectura. La universidad y las escuelas técnicas experimentaron un conflicto casi permanente durante una época convulsa en la que se presagiaba el fin del franquismo. El libro concluye con un diálogo entre Rafael Moneo y el autor sobre algunos de los temas que aparecen a lo largo del texto y otros relacionados con la actualidad de la arquitectura y de su enseñanza.