En 1955 la publicación de Cuando las profecías fallan supuso una pequeña revolución en el ámbito de la psicología. Tres reputados doctores y profesores universitarios habían coordinado la ímproba tarea de infiltrarse en un grupo contactista que estaba convencido de que el fin del mundo era inminente, tal y cómo se lo había comunicado los extraterrestres. El resultado de sus investigaciones cristalizaría en esta obra que se ha convertido en un clásico de la psicología experimental. El alcance de este libro fue amplio. Desde una perspectiva académica, sus conclusiones sirvieron para apuntalar lo que sería la teoría de la disonancia cognitiva, y a un nivel metodológico definió las posibilidades (y límites) de la observación directa como fuente científica de información. Pero Cuando las profecías fallan es mucho más que un trabajo de valor teórico y académico. El privilegiado acceso que consiguieron el equipo de investigadores de la universidad de Minnesota sirve para realizar un retrato cercano y muy humano de cómo funciona desde dentro un grupo contactista extraterrestre, dando lugar a todo tipo de situaciones alucinantes y en las que, afortunadamente en este caso, no hubo consecuencias dramáticas. Cuando las profecías fallan no había sido traducido al castellano hasta ahora y cuenta para su edición española con un prólogo del antropólogo y escritor Ignacio Cabria.