Montreal es una mezcla secreta de alegría de vivir francesa y dinamismo cosmopolita que genera un panorama artístico floreciente, una vida nocturna efervescente y una onda parisina a la última que envuelve cada terraza y patio del barrio del Plateau. A unas horas al noreste, la cautivadora ciudad de Quebec goza de una posición elevada en un acantilado sobre el río San Lorenzo y unas pintorescas calles antiguas que invitan a ser exploradas.