La guerra cibernética ha empezado. Ahora que el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, entregó a sus verdugos en forma nada gloriosa al fundador de WikiLeaks, Julian Assange (de doble nacionalidad australiano-ecuatoriana), se ha desencadenado un gran debate en el decadente Occidente (Whatever that means) sobre la libertad de expresión y su censura en la era cibernética, dominada por las joyas tecnológicas de Silicon Valley del GAFAT (Google, Apple, Facebook, Amazon y Twitter) que irrumpen hasta en la intimidad del código genético de los valetudinarios ciudadanos. 10