¡Cuánto decir!... Cuando al decir no hallamos, la voz que viste al sentimiento preso, y queda el alma soportando el peso de ese incógnito grito que anhelamos. Cuántas veces hemos quedado defraudados por la palabra dicha, esa que llevamos dentro y que aun expresándola, sabemos que no se compara con la que sigue dentro... Son parte de estos sentimientos, la punta del iceberg, si se quiere, lo que en versos he tratado de expresar. Sentimientos que vienen y van, que un d¡a están pasados de moda, pero que al d¡a siguiente, para alguien, tal vez para ti, se vean irreconocibles, nuevos, rejuvenecidos... ¡Y entonces suceda! Que una palabra o una frase, toque esa fibra que hasta ahora permanec¡a intacta... y empieces a ver el mundo con un nuevo color... Lo que no dicho agitará la aurora... Y en otro intento de ganar batalla, ¡hará volar, la frase que se añora! Atrévete a viajar sobre un manto de ensueños y poemas...