En el corazón de esta fundamental obra está la revolucionaria idea de que la conciencia humana no comenzó con la evolución animal, pero que surgió como un proceso aprendido, a través de cataclismos y catástrofes, de una mentalidad alucinatoria hace solo tres mil años y sigue desarrollándose. Las implicaciones de este paradigma científico se extienden virtualmente dentro de cada aspecto de nuestra psicología, nuestra historia, nuestra cultura, nuestra religión - en efecto nuestro futuro. En las palabras de un crítico, es ´un humilde texto, del tipo que nos recuerda a muchos de nosotros que vivimos nuestra vida a través del pensamiento, cuanto pensamiento todavía nos queda por hacer.´