Este cuento persigue ir más allá de la simple comprensión de palabras aisladas o frases sencillas. El lector debe ir extrayendo el significado de un conjunto de términos en oraciones y pequeños textos. Según vaya comprendiéndolos, podrá ir descubriendo una trama sencilla que actuará como hilo conductor hasta el final. Diego va de vacaciones sigue la línea progresiva de dificultad de Bea, incrementa el número de oraciones por página y reduce el tamaño del dibujo motivador. Aunque narrado en el presente, en sus páginas puede aparecer cualquier forma verbal. Se encuentran más diálogos y, por tanto, más signos de puntuación.