Hacer pensar, razonar y concluir constituye el objetivo de este libro en cada una de sus líneas. Pensado para cualquier lector, tanto si tiene interés en las matemáticas como si no, si es un niño o una persona mayor. Permite entretenerse y aprender, al mismo tiempo que se resuelven enigmas. Pero hay para todos los gustos, y hasta para todos los niveles, desde la formación en la Educación Primaria hasta el Bachillerato. De vez en cuando el autor introduce comentarios que pueden apoyar al profesor en la aplicación de los trabajos. Desde hace tiempo los medios educativos habían demandado conocer alguna de las prácticas que, por su especial interés formativo, se trabajan en la Escuela de Pensamiento, de la que el autor es director. Se incluyen algunas de ellas, con la intención de que sirvan de base para su aplicación en el aula. Desde el mismo título (Uno + uno son diez), todos son sorpresas que, en un principio, dejan algo perplejo al lector, pero que como la del título, se resuelven razonando. La estructura del libro se apoya en capítulos que distinguen conceptos o niveles de dificultad diferentes, con unas páginas explicativas de ideas didácticas y de la pedagogía que gobierna el libro. Después de un batiburrillo de "problemas", el autor nos conduce a los números. Conocerlos y saber manejarlos es la base de la Matemática. La lógica, los acertijos y las paradojas son también parte importante de la obra, que, como en todo, busca forzar al lector hacia el razonamiento plausible. Existe un capítulo especial para los que esperan y saben más: problemas de mayor dificultad que, como el resto, encuentran al final sus soluciones razonadas.