?Erase una vez una tetera muy arrogante;estaba orgullosa de su porcelana, de su largo pitón, de su ancha asa;tenía algo delante y algo detrás: el pitón delante y detrás el asa, y se complacía en hacerlo notar. Pero nunca hablaba de su tapadera, que estaba rota y encolada;o sea, que era defectuosa, y a nadie le gusta hablar de sus propios defectos, ¡bastante lo hacen los demás!?