«Por ser un inmenso espacio de libertad donde se puede decir todo, bordear el mal, narrar el horror, liberarse de las reglas de la moral y del decoro, la literatura es hoy más necesaria que nunca. Añade complejidad y ambigüedad a un mundo que las rechaza.» Así ocurre en los seis textos que conforman El diablo está en los detalles ―entre los que encontraremos relatos a la manera de Chéjov o apasionadas elegías a la lectura― y también en el esclarecedor diálogo que la autora mantiene con Éric Fottorino en Así escribo, que aporta las claves de su universo narrativo y reflexiones sobre las dificultades a las que aún deben enfrentarse las escritoras. Voz consagrada de las letras francesas, Leila Slimani hace gala en estas páginas de una afiladísima lucidez y una sutileza capaces de derribar prejuicios y desmontar clichés.