Diez años después del desastre, solo un lugar en el mundo es seguro: el Hades. Cada persona tiene un cometido en su engranaje, un papel que no puede negarse a interpretar. Los civiles son agricultores, profesores, médicos... Los guardianes son personas sin vínculos ni pertenencias que consagran su vida a proteger a los demás. Los gobernantes lo controlan todo. A pesar de la severidad del sistema, todos quieren formar parte de él, pero desde que sus puertas se cerraron, nadie ha vuelto a entrar. Astrid es una de sus guardianas más prometedoras. Tiene algunas de las mejores marcas en sus competiciones y un futuro brillante. Sin embargo, su única misión, una misión por la que daría la vida, será escapar;porque nada es lo que parece en el Hades.