Juan ha conservado su esencia, pero lleva una vida a sus espaldas, su mochila repleta de vivencias, con las cicatrices de las veces que la vida viene mal dada y con su esperanza en el futuro. Su apuesta por el amor en todas sus facetas, como fuerza universal, prevalece por encima de todas las cosas. Hoy, con tres libros ya en el bolsillo, Juan sigue transformando su mundo interior en palabras que nos invitan a re exionar, a sentir y a soñar. Para leer poesía y acercarse de verdad a su comprensión, hay que estar dispuesto a salir herido en el enfrentamiento. El poeta pone trozos de su corazón, puñales de su alma en la creación;es el material con el que se erige, en este caso el verso, y si quieres entenderlo, si quieres comprenderlo y disfrutarlo, tienes que dejarte herir, sangrar, sufrir y regocijarte en su plenitud. Juan ya maneja este arsenal creativo con destreza y no se corta al emplearlo.