La poesía de Sajturis opta por retener las consecuencias en vez de los hechos: la reiteración de muertos, heridas y sacrificios que encontramos en sus poemas dan el paisaje de unos actos que nunca se nombran. Este mundo subterráneo e inconsciente nos llega filtrado por los mecanismos de la literatura popular y reducido a un conjunto de símbolos que recorren sus libros y se van cargando de sentidos potencialmente contradictorios.