Durante los últimos seis años de la vida de Pablo Picasso, Roland Dumas fue su abogado y su amigo. Más allá de esta relación íntima, Picasso también le encomendó la misión de supervisar el destino del Guernica tras su muerte, en particular el traslado del cuadro a España cuando las condiciones políticas fueran las adecuadas. Conocedor de la vida privada del artista que había depositado en él toda su confianza, Dumas conserva numerosos recuerdos de esa época, anécdotas inéditas y abundante documentación. Por primera vez, el historiador del arte Thierry Savatier tuvo acceso a todos los archivos de Roland Dumas sobre Picasso. Durante sus conversaciones, los dos autores se acercan al genio creador a través de diversos ámbitos, entre ellos la obra del artista, la gestación del Guernica y la abundante creación de los últimos años. Estos diálogos revelan también aspectos menos conocidos, como la relación de Picasso con los maestros del pasado y sus contemporáneos, sus opiniones políticas, el lugar a menudo controvertido que ocupó su última esposa, Jacqueline, los procesos en los que estuvo involucrado o los tumult