La consanguinidad es un fenómeno que en Occidente percibimos como algo marginal asociado a la deformidad física y moral. Pero ¿es realmente tan raro o perjudicial Y si fuese dañino, ¿cómo se expresaría ese mal ¿Quién lo haría ¿Hasta qué punto es perniciosa la relación consanguínea Estas páginas ofrecen respuestas desde una perspectiva genética en buena medida sobre la base de las propias investigaciones de los autores, conscientes, con todo, de que la complejidad del tema trasciende el ámbito estrictamente científico. Estudiar el rostro de la consanguinidad (y el rostro consanguíneo) de manera transversal, sin ignorar su dimensión histórica, antropológica, filosófica, estética, religiosa, culturalà, exige enfrentarse a una naturaleza enigmática, despiadada y extraña, como el rostro de la misma esfinge, grávido felino de sonrisa equívoca.