Este es un libro de narrativa cuyo hilo conductor es la infancia en un pueblo de Castilla y León. Un pueblo con castillo, con río, con fragua, pinar y todos los elementos de esa España rural de los años 60 que se incorporaba a la industrialización. En el universo mítico de Turégano, recreado por la evocación de un niño, desfilan personajes singulares de aquel tiempo y aquella memoria donde estaban presentes las leyendas, la magia y la vida cotidiana, no menos extraordinaria en sí, con su dureza, pero plagada de pequeños ritos y grandes descubrimientos, de árboles, paisajes y animales. Un mundo fascinante que desaparecía deprisa. Cada generación asiste a un mundo que se pierde. A través de estas páginas, como una novela construida con relatos donde alientan el recuerdo, la imaginación y el lenguaje de la época, se desenvuelven historias y tramas para recuperar un tiempo pasado, pero aún presente en el imaginario colectivo. Un tiempo con elementos de realismo mágico rural que se detiene en esas páginas para mostrarnos su belleza y su grandeza, mitificados en esa memoria tan habitada.