Emma viaja a Escocia para cursar un año en la prestigiosa St. Dunbridge Academy, la escuela en la que se conocieron sus padres. Además de intentar olvidar a su novio, el otro motivo para irse a estudiar allí es encontrar a su padre, del que no sabe nada pero que parece que está viviendo en Edimburgo. Una vez llega al internado, lo último que necesita es que las nuevas amistades la distraigan, especialmente Henry, uno de los prefectos de la escuela. Pero enseguida empezará a sentir por él más de lo querría admitir