Félix María de Samaniego, escribió sus «fábulas morales» expresamente para agradar e instruir a los niños. Para hacerlas comprensibles utilizó un estilo sencillo, adaptado a la mentalidad infantil.«La lechera», «La zorra y las uvas», «El zagal y las ovejas», «La gallina de los huevos de oro» y «Las moscas» son algunas de sus más conocidas fábulas.Todas las fábulas terminan con una moraleja en la que Samaniego pretende transmitir un mensaje didáctico a modo de enseñanza.