Fausto Cazenave es un joven taciturno, dado a la ensoñación de forma casi enfermiza y con severas tendencias depresivas que, al poco de finalizar la carrera de Derecho, consigue un puesto de pasante en un despacho de segunda. Cierto día conoce en los pasillos de los juzgados a un abogado de origen haitiano, del que todos sus camaradas recelan, llamado Armand Duvalier. Pero seguidamente pierde su puesto de trabajo y está al borde de la depresión. En un camino que se bifurca, Fausto traba un reencuentro con Gloria, joven restauradora de arte, gracias a un cuadro misterioso y, por otra, se une a un par de esperpénticos soñadores, Gustavo e Iván, que abrazan un proyecto no menos ridículo: ganarse la vida como "espías psíquicos". En medio de un vórtice de idas y venidas, el pobre Fausto se ve involucrado en un asunto de violencia y trata de blancas, con un trasfondo de vudú y no vislumbra más alternativa que la huida a un país lejano. Sin premeditación, acaba en Ladakh, el pequeño Tíbet, pero ¿puede nadie escapar a su destino?