Este libro hace un aporte a los estudios de la Comunicación y la Cultura Contemporánea en tanto investiga la legitimación de una ley antigarantista que convaliva prácticas de control de la circulación de la población por el territorio en nombre de la seguridad ciudadana. Explora el vínculo entre discursos mediáticos y el debate parlamentario sobre una Ley que habilitó, en 2001, la criminalización de la protesta social, en tiempos de piquetes. A partir del análisis sociosemiótico y de la filosofía política, se estudian las luchas simbólicas por la hegemonía y por la imposición del sentido legítimo de las significaciones, en particular, el de la (in)seguridad ciudadana. Se analizan diversas tecnologías de seguridad y su interacción con dispositivos disciplinarios, de control, jurídicos y legales que apelan a la pasión política del miedo para justificar el empoderamiento del Estado punitivo, basándose en las recetas importadas deláthink tankáManhattan Institute.