Este libro realiza una genealogía de la sensibilidad a través de los rituales expresados en nuestros aparatos, haciendo emerger nuevas potencias del pensamiento.Lo que percibimos no es algo dado. Máquinas fotográficas, cinematográficas, ordenadores, no son solo modos técnicos para distribuir lo sensible a domicilio, sino también objetos rituales que prescriben el límite de la experiencia en el mundo contemporáneo.El autor analiza así los modos en que se organiza el común estético occidental, y la dimensión política de este fenómeno, a través de lo que llama "rituales de la percepción". Con una perspectiva latinoamericana como alternativa, traza un recorrido por el trabajo de varios artistas para mostrar los mecanismos con los cuales las artes desarticulan ese patrón estético develando formas de existir que no se dejan programar y que los devenires técnicos no pueden imaginar.