Apoyada en una amplia documentación y en un tono íntimo, El hijo de Míster Playa traza la cartografía del recorrido vital de Roberto Bolaño (1953-2003) a través de las personas que lo conocieron y de las anécdotas que de él se atesoran. A partir de un collage de opiniones, recuerdos y voces, la autora nos relata su juventud en Ciudad de México, lugar en el que abandonaría definitivamente la idea de una educación formal para dedicarse de lleno a la literatura y de sus años posteriores en Barcelona, Gerona y otras localidades donde el autor de Los detectives salvajes deambuló durante varios años en empleos precarios y mal pagados en su largo camino para llegar a convertirse en un escritor reconocido. Hasta la última etapa de su vida en Blanes, en el pequeño pueblo de la costa catalana donde se instaló definitivamente en un departamento cercano al mar;el profundo amor por sus hijos, el dolor de la enfermedad y la escritura contra el tiempo de su obra cumbre, 2666. Un certero retrato de una figura contradictoria y genial hasta su muerte ocurrida en 2003 en plena madurez creativa, y cuya obra sigue sorprendiendo por la potencia de su prosa cada vez más viva que gana adeptos y lectores en todo el mundo. El hijo de Míster playa es una notable semblanza sobre el escritor chileno que incluye testimonios de el escritor argentino Rodrigo Fresán, uno de sus grandes amigos;su editor en Anagrama, Jorge Herralde y Carmen Pérez de Vega, su última pareja, el crítico español Ignacio Echevarría, la escritora mexicana Carmen Boullosa, además de familiares y otros amigos, relatos que capturan la potencia de un escritor único. Su literatura es una tromba que enfrenta a menudo grandes desastres naturales, esos movimientos telúricos y celestiales de los que no se sale vivo si no es con mucho empeño, señala Maristain. La categorización de la última entrevista a Bolaño no la hice yo. Cuando publicamos la entrevista en Playboy, Bolaño estaba muy vivo, entonces no teníamos planeado que se muriera el mes en que salió publicada, recuerda la periodista que vive en México. Los lectores han encontrado esa voz que está en la primera parte del libro y que habla de cierta identificación con parte de la historia de Bolaño, que tiene que ver con su origen social y la posibilidad de que la ilustración sea un pasaporte a un ascenso social que no tiene que ver con lo económico ni con pertenecer a la clase media. Es pertenecer a una clase que ama los libros, las pinturas, la música;la vida en el arte y el arte en la vida. Y creo que para Bolaño eso Bolaño era muy importante, agrega la autora.